En las conclusiones del informe de la OCDE sobre el panorama de la educación podemos encontrar varios datos interesantes como para hacer un análisis al respecto.
Lo que más me ha llamado la atención es que en el informe se analiza la tasa de personas escolarizadas y el nivel de estudios que tiene la población, pero esto no indica lo más importante, que sería la calidad de la educación recibida.
En mi opinión, esta sería una cuestión importante que no es atendida como es debido en este informe, pues se limitan a aportar datos estadísticos de cuestiones como la tasa de personas que alcanzan x nivel de estudios, la cantidad de dinero que se invierte en cada estudiante, etc. Como podemos comprobar, estos elementos que se muestran deben tenerse en cuenta a la hora de saber cual es el estado de la educación en nuestro país, pero se olvida que estas cuestiones orbitan sobre el punto fundamental para tratar esta problemática, que sería siguiente la pregunta: ¿la educación que se imparte tiene la calidad suficiente como para ofrecer una formación correcta al alumnado?
Las conclusiones del informe de la OCDE deberían girar entorno a este asunto en vez de ofrecer meramente datos a interpretar como indicadores de que estamos en buen camino debido a lo favorables que se presentan. Un ejemplo que refleja esto, sería los dos siguientes puntos que se muestran en el informe.
Ha incrementado el gasto que se dedica a educación.
Se dedican más horas a educación que la media europea.
A primera vista, esto parece positivo, pero esta inversión de tiempo y dinero, no se traduce en una mejor educación, pues la enseñanza de la que disponemos actualmente palidece en comparación a la de otros países; además de que son innumerables las quejas y testimonios negativos acerca de la educación que brinda nuestro país.
Además, si ponemos en correlación otro dato que se presenta en el informe; que sería el referido a que el mayor gasto del presupuesto dedicado a la educación va destinado al salario de los docentes, podríamos pensar en que el dinero no se gestiona de la mejor forma. Con esto no pretendo demeritar la labor que realiza el profesorado, pues la responsabilidad con la que cargan amerita el salario, sino que tal vez, habría que replantearse invertir mejor los fondos para que necesidades como el material escolar sea más accesible, o que las infraestructuras sean adecuadas para el correcto desarrollo de una clase.
Del presupuesto destinado a la educación, también podemos comentar otro punto, que sería la estadística que recoge el informe en relación a que el número de estudiantes por docente en España está por debajo de la media de la OCDE y la UE en todos los niveles educativos. La media en secundaria es de 11 estudiantes por docente.
Respecto a este punto, me parece difícil de creer, pues mi experiencia personal en el sistema educativo se ha caracterizado por aulas abarrotadas con filas de mesas hasta la pared del fondo. Salvo en bachiller, que calculo que seríamos mínimo unos veinte por clase, desde primaria hasta cuarto de la ESO un docente ha tenido que hacerse cargo de clases que rozaban los treinta alumnos.
Esta incongruencia me lleva a relacionarlo con el presupuesto dirigido a los docentes, pues a pesar de invertir grandes cantidades en su salario, durante mi etapa estudiantil supongo que no había dinero suficiente como para contratar a más profesionales y así descongestionar las aulas creando más grupos de los que hubieron.
En relación con la tendencia optimista que se plantea en este informe, también me gustaría señalar el problema que supone el fracaso escolar, pues como ya comentamos anteriormente, se invierte mucho tiempo y dinero, pero esta problemática sigue presente. En lo que refiere a España, no se cuenta con datos concretos, pero solo con saber que en lo que refiere a los estudiantes que participan en programas de formación profesional en torno a un 22 por ciento abandona los estudios, podemos ser conscientes del problema que supone.
Y este punto es relevante, pues en el informe también se señala que en base a la información recabada, conforme mayor es el nivel de estudios que posee el alumnado, mayor será su salario. Por este motivo, las personas que no logren superar esta etapa, estarán en peores condiciones por el hecho de no haberse podido ajustar al sistema. Para poder tratar el problema, habría que estudiar con mayor detenimiento cual es la razón de este abandono escolar, pues podría ser debido a múltiples factores; como el método de enseñanza, la incapacidad para detectar adecuadamente las necesidades específicas de cada alumno para aprender de forma más óptima y una plétora de motivos que podríamos aducir.
Por último, no quiero acabar esta entrada sin poner en duda las tendencias en la relación entre el mercado de trabajo y la educación, pues en el informe se comenta que las tasas de desempleo descienden a nivel general; especialmente entre la gente que cuenta con estudios superiores. Para poder otorgar credibilidad a esta información, habría que contrastar la calidad del trabajo que se oferta; además de conocer la compatibilidad o cercanía entre la capacitación de la que dispone la persona y el trabajo que ejerce. Con esto me refiero a que podría resultar que personas con estudios superiores estén sobre cualificados, es decir, estar desempeñando un oficio distinto para el que se formaron al no haber las suficientes oportunidades de empleo como para optar a ellos, por lo que en la actualidad se tendrían que conformar con la alternativa que ofrece el mercado.
Comentarios
Publicar un comentario