"Las Maretas" no siempre fue el nombre de este centro, antes llevaba el mismo nombre que la ciudad en que se ubica: "Arrecife". En esta ciudad diría que hay como tres o cuatro institutos y, en concreto, cuando el mío se llamaba "IES Arrecife" gozaba de mala fama. Cada poco tiempo se producían conflictos: peleas a la salida de la clase, bullying, mal comportamiento... Básicamente era un hervidero. Entrar a estudiar ahí siendo un chaval de 13-14 era una prueba de fuego. Con el tiempo las cosas fueron cambiando, no sé si fue por cambios a nivel institucional que realizó el centro, si fue porque los alumnos conflictivos paulatinamente abandonaron los estudios, o si hubo un cambio socio-cultural generalizado.
Para acabar con la mala fama que tenía el instituto se decidió llamarlo "Las Maretas", en relación a las maretas, que es una gran superficie habilitada para el depósito de agua. Antes cuando había escasez de agua por un período de sequía, se utilizaban estas reservas, por lo que es un recuerdo significativo de cómo se subsistía en otros tiempos. Que alguien diga que por qué no le ponen el nombre de un autor/a importante o el de un personaje histórico, me parece reprochable cuanto menos. Honor y respeto por siempre al nombre de la institución que me ayudó a formarme.
Como se pueden imaginar, el instituto es de barrio, a él asisten adolescentes de distintas zonas de la ciudad: San Francisco Javier, Argana, Titerroy, Altavista, Los Geranios, Valterra... Haber había de todo: gente con necesidades educativas específicas, deficiencias a nivel físico o cognitivo... En definitiva, era un espacio inclusivo que contaba con aula enclave para las personas que necesitasen mayor nivel de ayuda. Por otro lado, era un espacio con mucha diversidad, diría que multicultural, pues a pesar de las diferencias vivíamos en armonía y que yo recuerde no hubo problemas de discriminación a gran escala, que seguramente los hubo, pero para mí pasaron desapercibidos.
Una vez presentado brevemente la idiosincrasia del centro, pasemos a comentar los aspectos más llamativos que he encontrado en los documentos del centro. Cabe aclarar que están desactualizados. El más reciente se redactó en el curso 14-15, por lo que pertenecen al periodo en el que se llamaba "IES Arrecife", es decir, la etapa más conflictiva.
En el apartado donde se enumera la consecución de los objetivos prioritarios, me sorprende en sobremanera la situación por la que atravesaba el centro, pues se puede apreciar que había un gran problema: la falta de implicación por parte del profesorado y las familias.
En el ámbito organizativo se presentaban las siguientes debilidades:
- Falta de control del alumnado que se retrasa o es expulsado por parte del profesorado.
- Falta de participación por parte del profesorado en los procesos de toma de decisiones o
revisión de documentos institucionales del centro.
- El AMPA prácticamente no existe.
- Falta de implicación del profesorado en la gestión de la convivencia.
- Falta de cultura de trabajo colaborativo entre el profesorado y con el alumnado.
En el ámbito pedagógico también se rescatan estas debilidades:
- Falta de coordinación entre el profesorado que imparte medidas de atención a la
diversidad o que están desarrollando adaptaciones curriculares. En general, hay un
número importante de profesores que no sabe como ofrecer una respuesta educativa
adecuada y ajustada al alumnado.
- Muchas familias apenas participan en el proceso educativo de sus hijos. Pensamos que la
falta de control y seguimiento de los padres en las tareas educativas repercute de manera determinante en el rendimiento académico del alumnado.
- El seguimiento del alumnado con neae está demasiado burocratizado. El profesorado
emplea demasiado tiempo en cumplimentar los seguimientos trimestrales.
- Sobrecarga de trámites administrativos para los tutores. Se debería mejorar la gestión de
la información.
- Dificultad para consensuar acuerdos metodológicos, debido a la gran diversidad de
criterios o, simplemente, opiniones poco fundadas.
En el ámbito profesional:
- El Plan de Formación es secundado por un número reducido del profesorado.
- Falta de estrategias y de formación para atender los problemas de convivencia en el
aula.
- Intereses contrapuestos entre los docentes.
- Excesivas horas lectivas. El incremento de horas lectivas entre el profesorado genera
mayor estrés y repercute en una menor participación, colaboración con el servicio
educativo.
- Muchos profesores no se sienten concernidos con los planes de mejora que se
desarrollan en el centro y no se observan mecanismos legales que permitan corregir
esto.
La verdad que me resulta triste leer esto, pues me hace trasladarme a cuando era adolescente y era parte de este contexto, pero no era consciente porque la vida pasaba y yo era un niño, no era capaz de darme cuenta al no tener la información. Leyendo esto y en base a mi experiencia, aprecio un desgaste evidente en el profesorado. Los docentes de este centro estaban saturados y trataban la situación lo mejor que podían. No era una tarea sencilla tener que lidiar con un alumnado problemático, una excesiva burocratización y estatismo que constriñe su trabajo, falta de implicación por parte de las familias...
Obviamente habían aspectos positivos que no me dan tiempo a comentar, pero lo positivo de esto es que supieron reencauzar la situación, pues los últimos años en los que estuve todo fue a mejor y cinco años después de haber terminado mi estancia allí, desde fuera parece que les sigue yendo bien. Sería muy bonito poder volver algún día para trabajar desde el otro lado del pupitre y así cerrar el ciclo.
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